martes, 13 de noviembre de 2007

Cáncer de la próstata

Definición

Es un tipo de cáncer que crece en la glándula prostática. La próstata es una pequeña estructura del tamaño de una nuez que es parte del sistema reproductivo masculino y rodea la uretra, el conducto que saca la orina del cuerpo.

Causas, incidencia y factores de riesgo

La causa del cáncer de próstata se desconoce, aunque hay relación entre una dieta alta en grasa y el incremento en los niveles de testosterona. Cuando los niveles de testosterona disminuyen, ya sea a causa de la extirpación quirúrgica de los testículos (castración, orquiectomía) o por medicamentos, el cáncer de próstata puede mejorar lentamente.

No existe una relación conocida con la hiperplasia prostática benigna (HPB).

El cáncer de próstata es la tercera causa más común de muerte por cáncer en hombres de todas las edades y la causa más común de las muertes por cáncer en hombres mayores de 75 años de edad. Este tipo de cáncer rara vez se encuentra en hombres menores de 40 años de edad.

Entre los hombres que tienen el riesgo más alto de padecer esta enfermedad se encuentran los de raza negra mayores de 60 años, los granjeros, personas que trabajan en plantas de llantas, pintores y los expuestos al cadmio. El menor número de casos ocurre en los japoneses y en aquellos que no comen carne (vegetarianos).

Los cánceres de próstata se clasifican u organizan de acuerdo con su agresividad y con la forma en que se diferencian del tejido prostático circundante, lo cual se denomina estadificación. Hay diferentes formas de clasificar los tumores, una de las más comunes es el sistema de estadificación A-B-C-D, también conocido como el sistema Whitmore-Jewett.
  • Etapa A: el tumor no se siente en el examen físico y generalmente se detecta por accidente después de una cirugía de próstata que se hizo por otras razones.
  • Etapa B: el tumor está únicamente en la próstata y por lo general se detecta por medio de un examen físico o un examen de sangre (prueba del antígeno prostático específico).
  • Etapa C: el tumor se ha diseminado más allá de la próstata, pero no está presente en los ganglios linfáticos.
  • Etapa D: el tumor se ha diseminado (ha hecho metástasis) a los ganglios linfáticos o a otras partes del cuerpo (por ejemplo a los huesos y a los pulmones).
    Este sistema también tiene varias subetapas.

Síntomas

Con el advenimiento de la prueba del antígeno prostático específico (PSA), la mayoría de los cánceres de próstata ahora se detectan antes de que ocasionen síntomas.
Además, aunque la mayoría de los síntomas abajo citados pueden estar asociados con el cáncer de próstata, tienen más probabilidad de estar asociados con afecciones no cancerosas.

Dificultad al orinar (retraso o lentitud para comenzar a orinar)
Goteo urinario, en especial, inmediatamente después de terminar la micción
Retención urinaria
Dolor al orinar
Dolor al eyacular
Dolor de espalda en la parte inferior
Dolor con la defecación
Síntomas adicionales que pueden asociarse con esta enfermedad:
Exceso de orina en la noche
Incontinencia
Dolor o sensibilidad en los huesos
Hematuria (sangre en la orina)
Dolor abdominal
Anemia
Pérdida de peso involuntaria
Letargo

Signos y exámenes

Un examen rectal generalmente revela la superficie dura e irregular de una próstata agrandada. Se pueden llevar a cabo muchos exámenes para confirmar el diagnóstico de cáncer de próstata.

El examen del antígeno prostático específico (PSA) puede estar elevado, aunque el agrandamiento no canceroso de la próstata también puede incrementar los niveles de PSA.
El PSA libre puede ayudar a diferenciar entre la HPB y el cáncer de próstata.
El análisis de orina puede revelar sangre en la orina.
La citología del líquido prostático o de la orina puede revelar células atípicas.
Una biopsia de la próstata confirma el diagnóstico.
Se puede llevar a cabo una TC para ver si el cáncer se ha diseminado.
Se puede realizar una gammagrafía ósea para ver si el cáncer se ha diseminado.
Se puede tomar una radiografía de tórax para ver si el cáncer se ha diseminado.
Un examen más nuevo, llamado AMACR, es más sensible para determinar la presencia del cáncer de próstata que el examen de antígeno prostático específico.

Tratamiento

El tratamiento apropiado para el cáncer de la próstata es a menudo controvertido y las opciones de tratamiento varían dependiendo de la etapa del tumor. En las primeras etapas, la cirugía y la radioterapia pueden utilizarse para extirpar o destruir el tumor.

El cáncer de próstata que se ha diseminado se puede tratar con medicamentos para reducir los niveles de testosterona, cirugía para extirpar los testículos o con quimioterapia.

La cirugía, la radioterapia y la terapia hormonal pueden interferir con el deseo o el desempeño sexual, ya sea sobre una base temporal o permanente, razón por la cual estas preocupaciones se deben discutir con el médico.

CIRUGÍA:
La cirugía usualmente se recomienda sólo después de una completa valoración y discusión de todas las opciones de tratamiento. Un hombre que se decida por esta cirugía debe estar consciente tanto de los beneficios como de los riesgos del procedimiento.

La extirpación de la glándula prostática (prostatectomía radical) se recomienda generalmente para el tratamiento de cánceres prostáticos en etapa A y B. Este es un procedimiento prolongado que generalmente se realiza bajo anestesia general o raquídea. Se hace una incisión a través del abdomen o en el área perineal. Es posible que la persona permanezca en el hospital de cinco a siete a días. Las posibles complicaciones son impotencia e incontinencia urinaria, aunque los procedimientos para preservar los nervios pueden reducir el riesgo de estas complicaciones. Este procedimiento quirúrgico debe ser realizado por un urólogo con una amplia experiencia en este procedimiento específico.
La orquiectomía altera la producción hormonal y se puede recomendar en caso de cáncer metastásico. Después de la cirugía puede presentarse algo de equimosis e inflamación, pero estos desaparecerán gradualmente. La pérdida de la producción de testosterona puede llevar a problemas con la función sexual, osteoporosis (adelgazamiento de los huesos) y pérdida de la masa muscular.

RADIOTERAPIA:
Trata principalmente los cánceres de la próstata clasificados como etapa A, B y C. El tema de si la radiación es tan buena como la extirpación de próstata es debatible y la decisión acerca de cuál escoger puede ser difícil. En pacientes cuya salud hace que el riesgo de la cirugía sea inaceptablemente alto, la mejor alternativa por lo general es la radioterapia. La radioterapia de la glándula prostática puede ser externa o interna.

La radioterapia de haz externo se lleva a cabo en un centro de oncología de radiación, por lo general en forma ambulatoria. Previo al tratamiento, el terapeuta marca el área que se va a tratar con un lapicero especial. La radiación se dirige a la glándula prostática utilizando un aparato que se parece a la máquina de los rayos x normales. El tratamiento en sí es generalmente indoloro, sin embargo, hay varios efectos secundarios asociados con la radioterapia, como pérdida del apetito, fatiga, reacciones de la piel como enrojecimiento e irritación, lesión o quemadura del recto, diarrea, cistitis (vejiga inflamada) y sangre en la orina. La radioterapia de haz externo generalmente se realiza cinco días a la semana, durante un período de seis a ocho semanas.
Con la radioterapia interna, se colocan semillas radiactivas dentro de la persona directamente en o cerca del tumor, lo cual se denomina braquiterapia. Un cirujano hace una pequeña incisión en el área para inyectar las semillas, las cuales son tan pequeñas que la persona no las siente, y pueden ser temporales o permanentes. Debido a que la radioterapia interna está dirigida a la próstata, ésta reduce el daño a los tejidos que rodea esta glándula. Los efectos secundarios pueden abarcar dolor, hinchazón o hematomas en el pene o el escroto, orina o semen de color rojo-marrón, impotencia, incontinencia y diarrea.
La radiación se utiliza algunas veces para aliviar el dolor cuando el cáncer se ha diseminado al hueso.

MEDICAMENTOS:
Los medicamentos se usan para ajustar los niveles de testosterona (manipulación hormonal). Puesto que los tumores prostáticos requieren de testosterona para crecer, la reducción de sus niveles generalmente funciona muy bien para evitar el crecimiento y posterior propagación del cáncer. La manipulación hormonal se utiliza principalmente para aliviar los síntomas en aquellos hombres cuyo cáncer se ha diseminado y también se puede practicar extirpando quirúrgicamente los testículos.

Para tratar el cáncer de próstata avanzado también se están utilizando los fármacos Lupron o Zoladex, los cuales bloquean la producción de testosterona. El procedimiento se denomina usualmente castración química, debido a que arroja los mismos resultados que la extirpación quirúrgica de los testículos, aunque a diferencia de la cirugía, éste es reversible. Los medicamentos se tienen que inyectar, usualmente cada 3 meses. Los posibles efectos secundarios incluyen náuseas y vómitos, sofocos, anemia, letargo, osteoporosis, disminución del deseo sexual y disfunción eréctil (impotencia).

Otros medicamentos utilizados para la terapia hormonal son los bloqueadores de los andrógenos (como la flutamida (eulexin, grisetin, oncosal, prostacur) , goserelina (zoladex) , bicalutamida (casodex, probic) , Buserelina (suprefact) ), leuprorelina (eligard, ginecrin, procrin) , triptorelina (decapeptyl, gonapeptyl) o ciproterona (Androcur) , que evitan que la testosterona se una a las células prostáticas. Los posibles efectos secundarios incluyen la disfunción eréctil, pérdida del deseo sexual, problemas hepáticos, diarrea y agrandamiento de las mamas.

La quimioterapia se utiliza con frecuencia para tratar los síntomas de cáncer de próstata resistentes a los tratamientos hormonales. Por lo general, el oncólogo especializado recomienda un solo medicamento o una combinación de medicamentos. Los medicamentos de quimioterapia que pueden utilizarse para tratar el cáncer prostático, son:

Mitoxantrona
Prednisona
Paclitaxel
Docetaxel (Taxotere)
Estramustina (Estracyt)
Adriamicina
Después de la primera ronda de quimioterapia, la mayoría de los hombres reciben dosis adicionales de manera ambulatoria en una clínica o en un consultorio. Los efectos secundarios dependen del fármaco administrado, así como de la frecuencia y tiempo durante el cual se ha tomado. Algunos de los efectos secundarios para los fármacos quimioterapéuticos más comúnmente usados para tratar el cáncer de próstata comprenden:

Coágulos de sangre
Hematomas
Resequedad de la piel
Fatiga
Retención de líquidos
Pérdida del cabello
Disminución de los glóbulos blancos, glóbulos rojos y las plaquetas
Úlceras bucales
Náuseas
Hormigueo o entumecimiento en manos y pies
Malestar estomacal
Aumento de peso


SUPERVISIÓN:
La persona será supervisada cuidadosamente para asegurarse de que el cáncer no se disemine, lo cual implica chequeos de rutina por parte del médico. La supervisión incluirá:

Examen de sangre para PSA seriado, generalmente cada 3 meses a un año.
Gammagrafía ósea o una tomografía computarizada para verificar la diseminación de los cánceres.
Conteo sanguíneo completo (CSC) para revisar los signos y síntomas de anemia.
Se supervisan otros signos y síntomas que indiquen el progreso de la enfermedad como: fatiga, pérdida de peso, aumento del dolor, disminución de las funciones de la vejiga y de los intestinos y debilidad.

Grupos de apoyo
El estrés causado por la enfermedad generalmente se puede superar vinculándose a grupos de apoyo, en los que los integrantes comparten experiencias y problemas comunes. Ver grupos de apoyo para el cáncer de próstata.

Pronóstico
Los resultados varían mucho, principalmente porque la enfermedad se encuentra en hombres mayores que posiblemente tienen otras complicaciones y condiciones, como enfermedades cardíacas o respiratorias, o discapacidad que los inmoviliza o disminuye enormemente sus actividades.

Complicaciones
La impotencia es una posible complicación que surge después de una prostatectomía o radioterapia. Los últimos avances en procedimientos quirúrgicos han hecho que estas complicaciones ocurran con menos frecuencia. La incontinencia urinaria es otra complicación posible. Los medicamentos pueden tener efectos secundarios que incluyen sofocos y pérdida del deseo sexual.

Situaciones que requieren asistencia médica
Se debe buscar asistencia médica si se es un hombre mayor de 50 años que:

Nunca ha sido examinado para detectar cáncer de próstata (por medio de un examen rectal y determinación del nivel del PSA).
No se ha hecho exámenes regulares anuales.
Tiene antecedentes familiares de cáncer de próstata.
Las ventajas y desventajas del examen del antígeno prostático específico (PSA) se deben discutir con el médico.

Prevención
No se conocen medidas preventivas. Adoptar una dieta vegetariana, baja en grasa o una similar a la dieta japonesa tradicional puede disminuir los riesgos. La identificación temprana (distinta a la prevención) es ahora posible mediante el examen anual en los hombres de más de cuarenta o cincuenta años, a través del tacto rectal digital y de un examen de sangre del PSA (antígeno prostático específico).

Sin embargo, existe un debate acerca de si se debe hacer o no el examen del PSA en todos los hombres, debido a sus desventajas potenciales. La primera es que los niveles PSA elevados no siempre indican que un paciente tenga cáncer de próstata. La segunda es que los médicos están detectando y tratando algunos cánceres de próstata en etapas muy preliminares que nunca le habrían causado ningún daño al paciente. La decisión acerca de efectuar un examen del PSA se debe fundamentar en un diálogo entre el paciente y el médico.

REFERENCIAS

MEDLINE. Enciclopedia Médica. http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/encyclopedia.html 2007

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